martes, 31 de mayo de 2011

¿Para cuándo el nuevo relato de la Derecha?




Desde algunos años escuchamos la cantaleta de la búsqueda de un nuevo relato de la Derecha, esto es, un discurso que cuente una historia, que tenga una mirada precisa del presente, con propuestas claras y coherentes de la sociedad que se quiere construir y/o fortalecer para futuro. En otras palabras, que tengan un lindo cuento que contarnos. Sin embargo, es lo que menos hemos observado, incluso como coalición gobernante, pues la UDI y RN, han tenido desde sus inicios una relación tipo Cumbres Borrascosas y por otro lado, en forma interna, cada partido es una ensalada de diferencias.

Y si, el movimiento UDI (Unión Demócrata Independiente) nace en 1983 de los cerebros de Sergio Fernández, Javier Leturia, Guillermo Elton, Pablo Longueira y Luis Cordero, comandados por Jaime Guzmán. Sus antecedentes directos son el Movimiento Gremialista fundado por Guzmán en la Universidad Católica, para detener las reformas que se implementaba en esa casa de estudios, entre los que se cuenta, la oposición de los estudiantes a la continuidad del rector Alfredo Silva Santiago. La idea era despolitizar los grupos intermedios de la sociedad.

Su accionar directo fue en los estratos populares, de los cuales pretendía erradicar el “marxismo”, en otras palabras, calmar un poco la agitación social provocada por la gran crisis económica de 1982, formando líderes y expandiendo la ideología.

Hacía 1987 y siendo inminente la cercanía del plebiscito de SI y NO, se agrupa con otros movimientos de derecha como el De Unión Nacional, Frente Nacional del Trabajo, algunos descolgados del Partido Nacional y Democracia Cristiana. Todos ellos forman Renovación Nacional, siendo su cabeza Andrés Allamand, cuyo fin era moderar un poco la tensión ante la transición a la Democracia (aunque sabemos que muchos de sus partidarios votaron por el SI).

La UDI dentro de RN había mantenido su identidad, hasta que en 1988 se produce la expulsión de Jaime Guzmán, que había denunciado irregularidades en las primeras elecciones internas. Ante esto, renunciaron todos y se independizaron como partido, recibiendo entre sus filas a muchos ex colaboradores de la Dictadura. Andrés Allamand quedó al frente de RN.

Como vemos, desde el comienzo que existe una separación entre ambos sectores, pasando RN a tornarse más moderado, más tipo “centro izquierda” que la UDI más “derecha – ultra derecha”. Es imposible no recordar las antiguas alianzas históricas de Chile, como lo fueron los Pipiolos y Pelucones o los Liberales y Conservadores.

Pero, al igual que en sus antecesores, la Alianza es precaria, aunque ambos creen que los valores societales se fundan en la tradición cristiano occidental, que la familia es su principal núcleo, apoyando la economía de libre mercado, la visión de Estado difiere. Para la UDI, el Estado debe garantizar el bien común, teniendo autonomía de los cuerpos intermedios, algo así como una Democracia protegida o tutelada, para RN no, por lo que se presenta más moderada. (De ahí por ejemplo, el malestar de la UDI con las marchas contra Hidroaysén y que SP diera orden de autorizar todas las marchas)

Ambos partidos en sus bases fundacionales, dicen ser laicos, pero sabemos que tanto en UDI y en menor medida RN, existe una fuerte influencia de los sectores católico ultra conservadores, de aquellos que les gusta imponer.

Si miramos los principios de ambos partidos, son casi idénticos, salvo un par de párrafos:

Principios UDI

Principios RN

Entonces, ¿Qué los diferencia?

Personajes, la mala endémica de unos contra otros, entre y dentro de los partidos. En El Dínamo, hace algún tiempo, apareció un artículo de las 5 peleas más memorables entre RN y UDI (ver acá) por lo que no nos adentraremos en ese tema.

Creemos que la falta de relato que caracteriza a nuestra coalición gobernante, pasa por los fuertes personalismos que existen dentro de los partidos, que los impide avanzar como bloque, aunando criterios y elevando propuestas. Pesa mucho más el apellido, la trayectoria y por quienes está respaldado, que una cercanía con las bases y mucho peor, con la sociedad.

Lo que los une (seguridad ciudadana, defensa del sistema económico, restricción de libertades) son temas con cierta cercanía a otros partidos de la concertación, (de ahí quizás los guiños constantes de Larraín a la DC) pero no les alcanza para relato.

En otras palabras, no tenemos claro cuál es el sentido y conducción que están dando al país, excepto la agilización de la reducción del Estado y protección del modelo económico. Pero debe haber algo más. La económica es sólo una de las esferas que componen los Estados y supeditar el resto a ellas, es una pésima elección, toda vez que la ciudadanía cada día se siente más empoderada y con ganas de participar abiertamente en las decisiones de los temas país.

Sentimos es necesario y sano en materia política, que RN y UDI encuentren su tan preciado relato, pues nos haría bien como país discutir y debatir con ciertos pisos. Ahora nos encontramos en el aire, con un gobierno que prometió ser de excelencia, poner en cargos claves a los mejores y lo que tenemos, es un montón de personeros salidos del mundo empresarial y privado, que poco tienen noción de lo que significa ser representante, asumiendo sus cargos como capataz de obra. De lo contrario, el descontento ciudadano seguirá creciendo ante las reiteradas imposiciones y “paradas de carro” del oficialismo, como los siguientes (que esperamos no sean parte del nuevo relato)











1 comentario:

Marcelo dijo...

No se ponen de acuerdo entre ellos, menos sobre un proyecto país.

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