domingo, 26 de junio de 2011

Comienza oficialmente mi participación en revista Long Play




Hay dos temas en la vida que me apasionan: el rock&roll, la política y los chocolates. Bueno, son tres.

En revista Long Play Inc, varias coimas de por medio al equipo editorial, publicarán algunos de los artículos que escribo.

Y los que sean de política, los iré linkenado por acá.

La primera columna que escribí, fue hace un mes, pero por remodalaciones y dejar la página tan bacamente bacán como quedó ahora, se demoró en salir, pero ya está.

Así que los invito a revisarla acá:


Saludos a tod@s y gracias por leer estas tonteras




sábado, 18 de junio de 2011

¿Sobreidologizados?



La distancia entre ciudadanía y clase política es un hecho que está ocurriendo hace muchos años, no sólo en Chile, sino en toda Latinoamérica. Esto se ve reflejado en las encuestas CEP, Latinobarómetro y otras, que aportan datos sobre la confianza en las instituciones del Estado (muy bajos), sumado al descenso en la inscripción electoral, sobre todo juvenil, desde el retorno a la democracia.

La Concertación, durante sus 20 años en el poder, poco y nada ayudaron para que esta representación fuera aumentado, de hecho, ayudó a que la ciudadanía no se involucrara con la clase política, dejándolos casi en libertad de acción.

El rechazo que generaron ciertas políticas públicas, como la LGE por parte de estudiantes y profesores y el Transantiago, tanto en Santiago (por la mala calidad del servicio) y en regiones (por el desvío de fondos) nunca llegaron a explotar socialmente. Pero fueron castigados y sacados del poder. No solo la pésima elección del presidenciable, que no convencía ni a su jefe de campaña, sino también el cómo fue electo (memorables son las palabrotas de Escalona) dejaba claro que ni siquiera estaba representando a sus bases.

MEO se llevó una gran cantidad de votos en la primera vuelta y quizás hubiese llegado a la segunda, si muchos no hubiesen votado por Frei por miedo a Piñera. Frei pensó que con los votos de MEO ganaba, porque la gente no quería un gobierno de derecha y bueno, acá estamos.

Piñera es presidente de Chile como castigo a la Concertación, pero por parte de los votantes. Los que no votan, que son muchísimos más, miraron esto con estupor y rechazo, desde un comienzo.

La estructura etarea de estos no votantes es de 18 a 35 años en su mayoría, en donde la herencia familiar del “quedarse callados” no pesaba como en los ’90 y gran parte del nuevo siglo; nos educaron con el silencio, pues el miedo a expresarse, fue uno de los grandes logros de la dictadura.

Este cambio generacional llegó apoyado por la globalización de las comunicaciones: no es igual un joven ahora de 18 años que el año ‘91.

La clase política, ocupada en sus cuoteos, luchas partidarias y eternas rencillas por candidaturas, no tuvo tiempo de estar al nivel de este cambio social, ni siquiera de ser los conductores (años luz). A lo más Bitar en un su momento habló de alfabetización digital.

Esta nueva sociedad, en su mayoría, informada oportunamente de qué está ocurriendo, no se queda callada. Sumemos el rechazo per se a que tener un gobierno de derecha, el hecho de que las políticas que está implementando no representan las grandes necesidades de la mayoría. Hidroaysén fue el primer paso.

Y cuál fue la respuesta del gobierno? Primero, que son violentistas, luego, un grupo minoritario, después: no están informados y por último sobreideologizados. No haré referencia a la Concertación, pues se resume en una sola palabra: Oportunismo.

Sobreideologizados, gran y pomposo término, pues tratar a la ciudadanía de marxistas muertos de hambre no sería muy animoso para las encuestas. Y este término ha sido recitado por periodistas, opinólogos, adeptos al gobierno, hasta el cansancio.

Entre que se aprobó Hidroaysén y hoy, salió a flote las “malas prácticas” de La Polar, poniendo en duda todo el retail, que ha acaparado la atención junto con las protestas estudiantiles. Pero bajo cuerda, tratando de pasar muy desapercibidos, se aprobó la venta de semillas y el agua.

Ambas con antecedentes de los gobiernos anteriores, diría la vocera. Si, las semillas fue un proyecto enviado por Michell al congreso. Pero el agua? Para qué se vendió? Según dijeron, para que la CORFO apoyara y capitalizara a las pymes y para la reconstrucción. Pero, eso no es cierto. La venta del agua es ideológica, pues responde a la ideología llamada libre mercado.

Ideología que ha sido impuesta en nuestro país desde los años ‘80, que ha abarcado, venta por parte del Estado a privados (privatización) de la Educación, salud, vivienda, recursos naturales y una gran lista de etc.

El gobierno y su base partidaria (RN y UDI) apelan al libre mercado como base ideológica. Está escrito en los principios de sus partidos, incluso “es necesario avanzar rápidamente hacia la meta de que Chile sea una nación de propietarios y no de proletarios, extendiendo al máximo el acceso a la propiedad

Además, creen en la despolitización de los cuerpos intermedios de la sociedad “La politización absorbente de todos los organismos sociales - por parte de ideologías, gobiernos o partidos- atenta contra una sociedad libre y debilita al régimen democrático” Cosa que apoya y refuerza lo anterior, mientras menos politizado o conciente sea un trabajador, menos optará por ejemplo, a formar parte de un sindicato y muuuucho menos a exigir ser parte de la administración de la empresa.

Un gran defensor de la globalización y el libre mercado como Thomas Friedman, llama a este proceso “la camisa de fuerza dorada” y que cuando un Estado se la pone, requiere: Adelgazar el Estado, retirar restricciones a los movimientos de bienes y capitales y desregular los mercados cambiarios. Esto es sobreideología pura y es precisamente lo que estamos viendo en el actuar del gobierno: por algo hasta los agricultores están molestos con él, pues no quiere intervenir en el precio del dólar.

Exigir fin al lucro en las universidades, es pedir que se cumpla la Ley. Privatizar la educación, claramente es adelgazar al Estado.

Entonces ¿Quiénes son los reales sobreideologizados?